La OEA y los fantasmas del pasado
(Tomado de La Pupila Insomne)Omar Pérez Salomón
Tras el surgimiento de gobiernos de izquierda y el fortalecimiento de la integración en América Latina,
el imperialismo norteamericano y la derecha latinoamericana han
desarrollado en los últimos años – con un nuevo matiz – una ofensiva
para destruir todo proceso que no responda a los intereses gringos en la
región.
Ahora no es la época de las intervenciones directas de las tropas estadounidenses al estilo de Granada en 1983 o Panamá en 1989; pero nadie duda que detrás de los golpes de Estado de los gobiernos progresistas de Honduras en 2009 y Paraguay en 2012, y los intentos de golpe de Estado en los últimos años en Venezuela, Bolivia y Ecuador, está la embajada del vecino del norte.
En este contexto dos hechos recientes me hacen pensar que la Organización de Estados Americanos, OEA, continúa apostando por mantener su posición como ministerio de colonias yanqui.
El primero, la posición apática e
indiferente adoptada ante el golpe de Estado que depuso en cuestión de
horas al presidente paraguayo Fernando Lugo, que al decir del embajador de Venezuela ante el organismo, Roy Chaderton, ha sido “tibia”,
por no expresar de manera enérgica su rechazo al irregular juicio
político contra Lugo; y en comparación con las decisiones tomadas por el
Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur), que han condenado el accionar de los legisladores paraguayos y
no han reconocido al gobierno de Federico Franco.
Qué casualidad que esta posición coincide con la del gobierno de
Estados Unidos, uno de los pocos países de la región que no condenó el
golpe contra Lugo.
El segundo hecho, es el pronunciamiento
de Catalina Botero, relatora especial de la Organizaciónde Estados
Americanos para la Libertadde Expresión, quien el pasado 26 de junio, en
el Congreso Mundial del Instituto de Prensa Internacional en Puerto
España, Trinidad y Tobago, expresó: “En
Venezuela es dramático el avance de la imposición de un discurso único a
través de medios públicos, así como de un discurso público para
estigmatizar a los críticos o premiar a los cercanos, tendencias que
además, se registran en otros países de América Latina”
Los otros países a que se refiere Botero son sin dudas, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua – naciones que conforman el ALBA – y otros que no son del agrado de Washington.
Según el sitio digital Crónica Viva,
el panel que evaluó la situación de la libertad de expresión en estos
países latinoamericanos estuvo integrado además por Davan Maharaj,
editor del periódico Los Angeles Times y Marjorie Miller, editora para América Latina y el Caribe de la agencia AP. Saque usted sus propias conclusiones.
Los fantasmas dela OEAcontinúan
acompañando al imperio y sus lacayos de la derecha, en el objetivo de
paralizar el avance de los países latinoamericanos hacia una verdadera
independencia. Pero estos son otros tiempos, y los pueblos que hoy son
atacados poseen una mayor cultura y educación.
Fidel Castro, líder de la RevoluciónCubana, lo reafirmó el 8 de mayo de 2009, en su reflexión, Otra vez la podrida OEA, cuando expresó:
“La OEAdebiera saber
que hace rato no formamos parte de esa iglesia, ni compartimos su
catecismo. Partimos de posiciones diferentes. Si hablamos de libertad de
expresión, debemos recordarle que en nuestro país no
se reconoce la propiedad privada sobre los medios de comunicación.
Fueron siempre los propietarios de estos los que determinaron qué se
escribía y quiénes escribían, qué se transmitía o no, qué se exhibía o
no. Los analfabetos y semianalfabetos no pueden hacerlo, y durante
cientos de años, en tanto reinó el colonialismo y se desarrolló el
sistema capitalista desde que fue inventada la imprenta, las cuatro
quintas partes de la población no sabían leer ni escribir, ni existía la
educación gratuita y pública
“En este hemisferio los
pobres jamás tuvieron libertad de expresión, porque nunca recibieron la
educación de calidad y los conocimientos eran reservados únicamente
para las élites privilegiadas y burguesas. No culpen ahora a Venezuela,
que tanto ha hecho por la educación después dela Revolución Bolivariana,
ni ala Repúblicade Haití, abatida por la pobreza, las enfermedades y
catástrofes naturales, cual si esas fuesen las condiciones ideales para
la libertad de expresión que proclamala OEA. Haganlo que hace Cuba:
ayuden primero a formar masivamente personal de salud de calidad, envíen
médicos revolucionarios a los más apartados rincones del país, que
contribuyan en primer lugar a preservar la vida, transmítanles
programas y experiencias de educación; exijan que las instituciones
financieras del mundo desarrollado y rico envíen recursos para construir
escuelas, formar maestros, producir medicamentos, desarrollar su
agricultura y su industria, y después hablen de los derechos del
hombre”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario