jueves, 27 de septiembre de 2012

La huelga del aguacate explota a Zoé Valdés


LA LIBERTAD DE CUBA NO ES UN NEGOCIO

La libertad de Cuba no es un negocio, no debiera serlo, pero lo es desde hace un buen rato. A numerosas instituciones norteamericanas no les conviene que se caiga el castrismo, sobreviven de su afianzamiento, y ese afianzamiento se lo proporciona sin saberlo el contribuyente norteamericano, pagando por el espectáculo. De eso viven buena parte inclusive de medios de prensa y de comunicación, al igual que las ONG’s. Pero lo peor, lo más denigrante, es que lo hacen en combinación con numerosos disidentes dentro de la isla.

A mí todo eso me da una repulsión tremenda, pero no dejo de comprender que el ser humano, o el ser cubano, es pura mierda, y que su desenvolvimiento de resuelveloquecaiga dice mucho de él. Por esta razón, ruego que no me manden más emailes de Háblalo sin miedo, como no sea aquel en el que anuncien que alguno de los de la UNPACU, o de las Damas de Blanco, o de Voces Cubanas, Estado de Sats, y de todas esas asociaciones que dentro y fuera de Cuba reciben dinero de cientos de asociaciones norteamericanas y europeas que también pago yo con mi contribución (pago impuestos en Estados Unidos por mis libros) ha derrumbado a la dictadura. Empezando porque no me consta que estas asociaciones no estén engordando en su seno a espías procastristas, o que algunas de ellas no pertenezcan al raulismo light en su formato “aperturista” (aperturista sólo para los dólares y los euros que mandamos los de afuera).

A partir de ahora el que quiera publicidad en este blog tendrá que pagarla. Una huelga de hambre promocionada: 1000 euros. Un cacerolazo de cinco comemierdas en una calle, cualquiera de la isla: 500 euros… Y así sucesivamente… No tendrán que pagar (aunque también se mojan) los que hacen las huelgas, ni los que dan el cacerolazo, ¡faltaría más! Tendrán que pagarlas quienes arman el show y por ello reciben los grants, ayudas, y demás dineros del contribuyente.

Por supuesto, aquel que tumbe a los Castro, recibirá de inmediato promoción gratis.
Esto es lo que trajo el barco.

Vía Zoé Valdés.net
Nota:
Esto del aguacate fue tremendo explote, del tiro, enviaron a Yoani Sánchez y a Macho Rico a apoyar a Capriles en Venezuela.

(Tomado del Blog de Yohandry)

miércoles, 26 de septiembre de 2012

  POLÉMICA: Sobre la crítica revolucionaria y Observatorio Crítico

(Tomado de La Isla Desconocida)

por Enrique Ubieta Gómez.
En el blog de nuestro Silvio apareció hace dos días un artículo del escritor cubano Guillermo Rodríguez Rivera con su acostumbrada pasión polémica e inteligentes observaciones. Como la intención de polemizar venía con mi nombre, mi respuesta fue publicada ayer en el mismo post. Reproduzco ahora en mi espacio ambos textos, con la recomendación de que los lectores se dirijan también al blog de Silvio, porque el debate originado allí ha sido muy enriquecedor. La verdadera polémica no es entre Guillermo y yo, sino entre nosotros y ciertas tendencias simplificadoras y contrarrevolucionarias, que cercan y obstaculizan la labor de la crítica revolucionaria, la que no quiere destruir lo logrado, sino llevarlo hacia nuevas metas. Bienvenido sea el debate contra sus enemigos. Postdata: He agregado más abajo la respuesta de Guillermo a mi respuesta y mi contrarréplica. Por mi parte es el final.
A propósito de la polémica abierta en su blog Silvio Rodríguez escribió también:

La izquierda se identifica (y falta mucho para que eso cambie) por el antiimperialismo. No todo el antiimperialismo pudiera ser de izquierda, pero para ser de izquierda es imprescindible ser antiimperialista. Para mi eso es básico. Y eso no quiere decir antinorteamericano ni anti Estados Unidos. Eso quiere decir en contra de las políticas imperiales hegemónicas de dominación global y regional. Al menos en nuestras circunstancias de cubanos y latinoamericanos considero que es así. Por eso todo el que pretende hablar como izquierda y sólo tiene palabras para criticar y denostar a los que han logrado hacer cosas concretas desde la izquierda, como por ejemplo tomar el poder, para mi o están equivocados o son farsantes.
Esto no quiere decir que dentro de la izquierda no circule el pensamiento. Todo lo contrario. Que ebulla y circule el pensamiento es signo inequívoco de que hay vida, igual que cuando en un organismo biológico circula la sangre.

Ni Ubieta ni Isbel
Guillermo Rodríguez Rivera
Los antiguos filósofos pitagóricos desarrollaron la idea de la importancia de “lo medio”. La verdad  –creía el viejo filósofo y matemático Pitágoras– está en el equilibrio, que al ser humano le cuesta mucho trabajo alcanzar y todavía más mantener. Los antiguos creían en lo que denominaban la aurea mediocritas, que no es (un parón en seco para los malos traductores) la áurea mediocridad, sino la dorada medianía.
El bienestar físico está (el pitagorismo está en los fundamentos de la ciencia médica: Hipócrates era un pitagórico) en conciliar los extremos: ni muy seco ni muy húmedo, ni muy frío ni muy caliente. Es una garantía de la salud del cuerpo humano y de la estabilidad de la propia naturaleza.
El mundo está lleno de extremos, y la sociedad no es la excepción: el neoliberalismo ha pretendido erigir al mercado en árbitro absoluto que no necesita ser regulado, pero cuando la irresponsabilidad y el afán de lucro  del mercado  bancario provocaron en 2008 la brutal crisis de la que el capitalismo aún no sale, el inepto e inútil estado, representado nada menos que por el propio George W, Bush, vino a rescatar a los bancos con los millones aportados por los contribuyentes norteamericanos.
El socialismo a veces procedió del mismo modo pero al revés: en Cuba estatalizamos el lustrado de zapatos y la venta de granizado, en un alarde socializador que ha terminado como sabemos.

(Para leer la polémica completa  http://la-isla-desconocida.blogspot.com/2012/09/sobre-la-critica-revolucionaria-y.html)

El agro por la ventana, nuevo éxito humorístico en Cuba, ¿será censurado?

Iroel Sánchez
El noticiero de las ocho de la noche de la Televisión cubana transmitió este martes un divertido reportaje donde aparecen aspectos de interés alrededor de los protagonistas de la última gran cobertura mediática sobre la Isla.
Se trata de nuevos elementos alrededor de la “huelga de hambre” que desde su mismo inicio, el pasado 10 de septiembre, concitó el interés de los corresponsales extranjeros acreditados en La Habana y que en su momento cumbre acumuló 468 impoactos en el buscador de noticias Google News.
Por ejemplo, así publicaba el mismo día 10, en su blog Cartas desde Cuba, el admirado periodista de la BBC Fernando Ravsberg el inicio de la “huelga de hambre”:
“Una docena de disidentes, encabezados por la economista Martha Beatriz Roque, se declararon desde hoy en huelga de hambre reclamando que el gobierno cubano respete las leyes nacionales en el tratamiento a los miembros de la oposición.
“La Sra. Roque explicó que reclaman la liberación de un preso político de Villa Clara, cuya condena terminó ayer, la restitución de los bienes a una familia de la oriental ciudad  de Palma Soriano y la investigación de un incendio en casa de una pareja de opositores en La Habana.
“Entre los huelguistas se encuentran 7 prisioneros políticos y 5 opositores que están en libertad. El caso más peligroso es el de Marta Beatriz dado que sufre de diabetes y podría entrar en crisis apenas 48 horas después de iniciada la huelga.
“Sin embargo, la opositora de 63 años pidió que no se le de atención médica ni se la alimente de forma parenteral. Aseguró que la huelga será hasta las últimas consecuencias y que están dispuestos a morir si el gobierno no responde a sus reclamos.
“Marta Beatriz Roque fue profesora de la Universidad de La Habana y milita en las filas opositoras desde el año 1989, habiendo estado en la dirección de varios grupos. Por estas actividades estuvo presa en 2 ocasiones por un lapso total de 5 años y en la actualidad está libre bajo licencia extrapenal por razones de salud.”
Ese fue el tono unánime de la llamada gran prensa internacional sobre el tema: detalles como la edad, la enfermedad, el título universitario y hasta el tiempo que demoraría en “entrar en crisis” pero cero matiz crítico, cero mención a los vínculos de Roque con elementos terroristas del Sur de La Florida, cero alusión a su aparición 124 veces en los cables secretos del Departamento de Estado en los que solicita dinero al Presidente Bush y recibe la asignación de 5000 dólares del gobierno norteamericano.
Tengo la esperanza de que algunos periodistas extranjeros en Cuba hagan ahora al menos lo que Andrea Rodríguez -la corresponsal de AP- y den a conocer el testimonio del vecino que le suministraba los aguacates, las frutas y las habichuelas a Martha Beatriz Roque a través de su ventana, difundido la noche de ayer por la televisión cubana. Ya recoger la manera tan enérgica en que, después de ocho días sin supuestamente ingerir alimentos, la “Señora Roque” calificó de “una mierda” la decisión del “preso político” con el que se solidarizaba de dejar de acompañarla en su extraño ayuno sería demasiado.

(Tomado de La Pupila Insomne)

martes, 25 de septiembre de 2012

Ciberguerra cultural: Los videojuegos

(Tomado de La Pupila Insomne)
Javier Couso
Confieso. He matado, atropellado, traficado, robado coches. Me he enfrentado a la policía con armas de guerra. He bombardeado, manejado VANT (Vehículo Aéreo No Tripulado), cañoneado y usado napalm. Pero también he combatido con la resistencia vietnamita, con La Nueve en Paris y he colocado la bandera roja en el Reichstag… y todo sin salir de casa, a través del ratón y el teclado o del mando de la videoconsola.
Sí, soy un jugón, desde que me alzaba de puntillas para llegar a los mandos de las famosas máquinas mata marcianos hasta que los ordenadores y las videoconsolas se abarataron y pudimos disfrutar en nuestras casas de las emociones virtuales sin gastarnos la paga de los domingos.
Por contra, no he cometido ninguno de esos actos delictivos, ni he participado en esas acciones heróicas contra el fascismo o el imperialismo, pero tampoco dejé de jugar al futbolín o al escondite ni de devorar todos los libros que caían en mis manos.
En el debate sobre los videojuegos hay muchos mitos, montones de mentiras y un mar de prejuicios. No niego que haya aspectos negativos: pueden desvirtuar la realidad, crear adicción y hasta ser detonante de trastornos. Pero no más que muchas otras cosas. No más que el fútbol, las películas, los programas de realidad sensacionalista o, incluso, un cuchillo en manos de una persona con una enfermedad mental agresiva.
Reducir todo a pontificar desde la simplicidad lleva a prohibir la herramienta sin solucionar los problemas, que no son de la herramienta, sino de las personas. Y el mal uso de esta herramienta de realidad virtual, por ejemplo, en manos de los adolescentes manifiesta una negligente actuación por parte de sus educadores, incapaces de contener o de hacer entender la necesidad del control sobre las pulsiones humanas.
Pero lo que me preocupa sobremanera es el uso de estos juegos para la transmisión del pensamiento dominante, tanto del hedonista como del que difunde los valores de la mafia o del imperialismo estadounidense. Ideales en la órbita de un mundo capitalista que desde el neoliberalismo busca una remozada vuelta al antiguo feudalismo.
La mayoría de las veces creemos que el secuestro de la información, por parte de las transnacionales y el poder financiero, son lo que determina y mantiene la hegemonía de éstos. Yo no pienso así. Creo que la mayor parte del control proviene de lo que en el mundo anglosajón se llama “entertainment”, el ocio o entretenimiento. La poderosa industria cultural estadounidense perfeccionada en el marco de la guerra fría y que junto con la carrera de armamentos acabó siendo determinante para derrotar al campo socialista.
Me estoy refiriendo a la Industria Cultural con mayúsculas, esa que produce música, literatura, cine y televisión que, además de entretener, es capaz de crear modelos sociales para imitar y que se introducen hasta en nuestros sueños, en nuestros más íntimos anhelos.
A toda esa poderosa arma de crear modos de vida se suma la gigante industria de los videojuegos, tan grande e importante, que hoy mueve más dinero que el cine y la televisión juntas.
Tanto por negocio, como por penetración, supone una poderosa arma creada para modelar y persuadir, sobre todo cuando la mayoría de los destinatarios son personas jóvenes con la personalidad a medio construir.
Cuando nos detenemos en la temática de los juegos populares, vemos que algunos se centran en el puro pasar el tiempo, los más en asumir diferentes roles (cantante, jugador de futbol, piloto, gangster, guerrero, habitante de mundos virtuales,… ), unos pocos en la inteligencia o la cultura y a partir de la llegada de los sensores de movimiento, también en la práctica de la gimnasia o el deporte virtual. Pero donde se pone más énfasis a nivel ideológico es en los videojuegos de pura acción bélica, sea táctica, estratégica o solamente de “moverse y disparar”.
Los armazones sobre las que se construyen estas superproducciones virtuales, son tan actuales que llegan a basarse en los supuestos estratégicos que maneja el Pentágono y que por alguna razón se deciden a difundir, supongo que para testar.
Yo he jugado combatiendo con fuerzas especiales estadounidenses en un México desestabilizado por un “villano” que pretendía soberanía, en una Cuba “democrática” contra la amenaza de una vuelta al socialismo, contra la reconstrucción de los soviets en naciones de la extinta URSS, en Líbano y Palestina contra sus resistencias, en Asia contra lo que vendría a ser la Organización de Cooperación de Shangai, en Venezuela contra el proyecto revolucionario o en un área no definida de Sudamérica contra la futura organización de defensa del ALBA.
No solo son, como decía antes, supuestos tácticos conocidos, son supuestos estratégicos a futuro que se hacen con la intención de que los jóvenes de hoy vayan asumiendo quienes son los “malos” y quienes los “buenos”. Por supuesto los “malos” somos quienes queremos un mundo multipolar donde naciones soberanas puedan hacer uso de sus recursos y/o los que creemos en un justo reparto de la riqueza y los “buenos” son los que restauran el orden contra los “locos populistas dictadores” que pretenden acabar con la “democracia”.
Me queda fuera de toda duda que esas ideas permanecen en el subconsciente y que son semillas que germinarán en el marco de las guerras democratizadoras, con el abono de los grandes medios de información y el aderezo del barniz humanitario de sus oenegés.
Por eso me extraña que en el ámbito de las naciones que pelean por su soberanía y la verdadera independencia, como las que integran el ALBA, no exista un proyecto que asuma los videojuegos como parte del contraataque cultural. Al contrario que la resistencia libanesa que, con sus precarios medios, creó un juego donde se asumía el rol de guerrillero antisionista, no entiendo como los jóvenes de la América Latina emergente no pueden jugar a defender Girón, emular a Bolívar en su batalla por la independencia, combatir a Batista en Sierra Maestra, pilotar un Mig-23 contra los racistas de Pretoria en Cuito Cuanavale, participar en la insurrección popular sandinista contra Somoza, resistir la invasión gringa en Dominicana o alzarse junto a Tupac Amaru contra el colonialismo.
Que se deje en manos de los enemigos estas poderosas herramientas de ocio, formación y propaganda es una absoluta irresponsabilidad producto de un puritanismo forjado en base a miopes prejuicios morales. (Publicado en Hablando república)

lunes, 24 de septiembre de 2012

Penoso: EE.UU. veta a viajeros desde España hacia Cuba, México y Canadá

(Tomado de Cubadebate)
iberia-1Hernando Calvo Ospina, periodista colombiano de 51 años, colaborador de Le Monde Diplomatique y residente desde hace 25 en París, se quedó el pasado 6 de mayo en tierra, en el aeropuerto de Madrid-Barajas, porque un funcionario de la Embajada estadounidense le impidió embarcar a un tercer país: Cuba. Un vuelo directo a La Habana que no hacía escala en Estados Unidos. Él lo cuenta así: “Me pidió mi pasaporte y me dijo que no podía subir al avión porque la ruta sobrevolaba durante unos minutos el espacio aéreo estadounidense y yo estaba en una lista de personas que pueden atentar contra EE UU. Yo había hecho ese mismo vuelo el octubre anterior y no me había pasado nada”.
EE UU y la Comisión Europea firmaron el pasado diciembre un acuerdo -aprobado en abril por el Parlamento Europeo- que obliga a las compañías aéreas europeas a suministrar al Departamento de Seguridad del Territorio Nacional estadounidense datos de pasajeros, pero solo de vuelos con origen o destino en EE UU. El acuerdo, conocido como PNR (de registro de datos de pasajeros) no sería aplicable, por tanto, a este caso. ¿Qué ocurre entonces? Las autoridades norteamericanas exigen unilateralmente desde marzo a todas las aerolíneas europeas, a través del programa Secure flight overflight, que envíen antes del despegue el nombre, la fecha de nacimiento y el sexo de los pasajeros de aviones que sobrevuelen el espacio de Estados Unidos.
Las razones que alega EE UU son de seguridad: la posibilidad de que uno de los viajeros secuestre el avión y cambie la ruta. Por eso, los que están en su lista de indeseables no vuelan aunque no vayan a pisar suelo estadounidense. Las líneas aéreas están obligadas a meter en el sistema informático correspondiente los datos de los usuarios de estas rutas (si no lo hacen, no pueden volar), y Washington bloquea directamente la emisión de tarjetas de embarque de los que aparecen en sus listas.
Cuando esto sucede, la aerolínea no puede hacer nada más que llamar a los funcionarios estadounidenses, a los que se permite operar en aeropuertos españoles en virtud de un acuerdo firmado en 2009 entre EE UU y el Ministerio del Interior. Los norteamericanos pueden interrogar al pasajero y son quienes deciden si finalmente puede volar. Además, al tener Washington en su poder desde marzo los datos de viajeros a terceros países, puede conocer, por ejemplo, cuántas veces ha viajado una persona a La Habana y con quién.
¿A cuánta gente afecta esta política estadounidense? En España, a miles de pasajeros con tres destinos: Cuba, México y Canadá. Implica a dos compañías españolas (Air Europa e Iberia) y a dos aerolíneas extranjeras que operan vuelos desde España (Aeroméxico, y Air Transat). Cuando se compran billetes a Toronto, Montreal, México D. F. o La Habana, lo último que puede imaginar el pasajero es que sus datos van a ser cedidos a EE UU. A pesar de ello, ninguna de las cuatro compañías informa debidamente. Iberia -con varios vuelos semanales a Cuba y a México-, Air Europa -con seis o siete vuelos semanales a La Habana- y Aeroméxico no lo hacen. Las dos primeras aseguraron a EL PAÍS que van a empezar a hacerlo en breve. Air Transat es la única que avisa, pero en la pestaña de información para viajeros de su web, no en el momento de comprar el billete.
“La falta de información supone una vulneración evidente de la ley de protección de datos y el usuario podría reclamar”, señala Rubén Sánchez, de la asociación de consumidores Facua. “La cesión de datos debe ser comunicada. Todo el asunto es un exceso y una medida desproporcionada de EE UU”. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) coincide en que los pasajeros tienen derecho a conocer que sus datos van a ser entregados a otro país.
IU registró en el Congreso en mayo una pregunta al Gobierno sobre este asunto. El Ejecutivo respondió que esas actuaciones “se amparan” en el acuerdo entre EE UU y la UE aprobado en abril. Pero dicho pacto no hace alusión al sobrevuelo del espacio aéreo. Su artículo segundo lo deja claro: el acuerdo se aplicará “a compañías que operen vuelos de pasajeros entre la UE y los EE UU” y a “compañías que incorporen o almacenen datos en la UE y que operen vuelos de pasajeros con origen o destino en EE UU”. Un portavoz de la Comisión Europea confirma que los sobrevuelos no están incluidos en el acuerdo, informa Luis Doncel.
La Agencia Española de Protección de Datos dice estar “muy preocupada” por esta situación. “¿En qué norma europea se basa una compañía española para ceder estos datos? ¿Cuáles son las garantías en cuanto al tratamiento de estos datos? No hay marco legal europeo que ampare esta práctica”, advierte un portavoz de su área internacional.
La agencia ha tratado la cuestión con sus homólogas de otros países de la UE. “Hemos transmitido la información a la Comisión Europea. Ahora son ellos los que deben actuar. Es una situación atípica. Además, pone en una situación complicada a las compañías aéreas. Hacen todos los esfuerzos para cumplir con EE UU, porque si no lo hacen no vuelan, pero pueden entrar en conflicto con la legislación de protección de datos”. Desde la Comisión Europea no se respondió a EL PAÍS sobre si va a adoptar alguna medida.
Las propias compañías parecen tener dudas de cuándo deben comunicar los datos. Iberia asegura que solo los facilita en sus vuelos a México, pero no en el Madrid-La Habana porque esta ruta no está incluida en la lista de trayectos afectados que les envió EE UU. Air Europa dice lo opuesto: que ese vuelo sí está incluido, que está obligada a entregar los datos so pena de cuantiosas multas.
Hernando Calvo no pudo coger un vuelo que ya había pagado y que le había costado 744 euros. Así que reclamó a Air Europa que le reembolsara esa cantidad. La aerolínea le respondió que no se hacía cargo “porque es obligación de todos los pasajeros llevar consigo la documentación necesaria y tenerla a disposición de las autoridades”. Calvo la llevaba: su pasaporte estaba en regla y no necesitaba nada más para volar a Cuba.
(Con información de El País)

miércoles, 19 de septiembre de 2012

“Para ser de izquierda es imprescindible ser antiimperialista”

(Tomado de La Pupila Insomne)
Silvio Rodríguez
 
En un comentario a una entrada de su blog Segunda cita Silvio Rodríguez ha dejado estas ideas que me parecen cardinales en la Cuba de hoy y más allá.

La izquierda se identifica (y falta mucho para que eso cambie) por el antiimperialismo. No todo el antiimperialismo pudiera ser de izquierda, pero para ser de izquierda es imprescindible ser antiimperialista. Para mi eso es básico. Y eso no quiere decir antinorteamericano ni anti Estados Unidos. Eso quiere decir en contra de las políticas imperiales hegemónicas de dominación global y regional. Al menos en nuestras circunstancias de cubanos y latinoamericanos considero que es así. Por eso todo el que pretende hablar como izquierda y sólo tiene palabras para criticar y denostar a los que han logrado hacer cosas concretas desde la izquierda, como por ejemplo tomar el poder, para mi o están equivocados o son farsantes.
Esto no quiere decir que dentro de la izquierda no circule el pensamiento. Todo lo contrario. Que ebulla y circule el pensamiento es signo inequívoco de que hay vida, igual que cuando en un organismo biológico circula la sangre.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Sorpresas en Silicon Valley

(Tomado de La Pupila Insomne)
Iroel Sánchez
Sólo dos palabras “Palo Alto” y brillan los ojos de cualquier amante de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones, al identificar la localidad líder de la informática en Estados Unidos y el mundo. Allí vivió Steve Jobs, el célebre creador de Apple, y residen desde Mark Zuckerbeg, fundador de Facebook y  Larry Page, creador de Google, hasta los ejecutivos de empresas como Yahoo. Menos conocida resulta East Palo Alto, separada de la mítica capital de Silicon Valley por apenas un arroyo y una autopista. De ambos lugares hablamos en esta entrevista con Iban Ek, educador social de Barcelona, que trabaja en Collective Roots en East Palo Alto.
Iroel Sánchez: East Palo Alto se encuentra practicamente al lado de la ciudad de Palo Alto -capital simbólica del mítico Sillycon Valley- , separada de esta por un arroyo y una autopista, pero entre ambas existen profundas diferencias étnicas. El censo de Estados Unidos identifica al 60% de de los pobladores de Palo Alto como “sólo blancos”, mientras que en East Palo Alto esa cifra es del 6%. ¿A qué se debe esa diferencia tan marcada?
Iban Ek: Pienso que históricamente Palo Alto ha sido el centro de la tecnología mundial. Aquí inventaron Hewlett y Packard la primera computadora y ha sido la capital de esta región donde los grandes ejecutivos y empresarios han ido sentando sus bases, mayoritariamente blancas, como la propia historia del país lo marca. East Palo Alto ha ido creándose su nueva cara a partir de servir a esta población. Son los jardineros, cocineros, babysiters, cuidadores de mascotas y un sin fin de puestos de trabajo de perfil bajo que demandan las clases altas. Porque históricamente East Palo Alto era un pueblo de agricultores blancos, que fueron marchando de allá a medida que la situación se volvía más precaria. Así es cuando llegamos a ver que el 70% de la población de EPA son latinos, 10% afroamericanos y un 14% de gente de las islas del Pacífico, hasta diría que es elevada la cifra del 6% para la población blanca.
IS: East Palo Alto posee una tasa de homicidios de las más altas del mundo -172 por cien mil habitantes- similar a Honduras. Tú que vives allí, ¿a qué atribuyes esa situación?
IE: En la década de los 90′s EPA si llegó a ser numero 1 en el ranking de criminalidad y violencia en los USA, pero ahora mismo esta situación ya no es así. Esto ha sido atribuido a la segregación que existe en EPA y a la violencia absurda entre pandillas, las cuales parten de ser latinos, pero unos dicen ser del sur y otros norteños. No se entiende así nada mas, eso es la carta de presentación. Pero si vemos las tasas de desempleo, los salarios de las familias y un lugar no muy agradable al lado del segundo código postal más caro de los EEUU, vemos que esas situaciones se pueden dar. El nivel de vida que hay a uno y el otro lado de la autopista es tan abismal que se dan este tipo de situaciones violentas y de descomposición social. Te ves avocado a no poder salir de tu pueblo y es allí donde creas el pánico para hacerte fuerte en un mundo donde realmente eres un numero marginal para el estado.
IS: ¿Qué características tiene el acceso de los residentes en East Palo Alto a las llamadas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones?
IE: El tema del acceso a las nuevas tecnologías entre los jóvenes es accesible a través de las escuelas, pero si es cierto que no tienen el mismo acceso que hay en Palo Alto. La mayoría de las familias no tienen computadora en la casa y menos poder costearse un servicio de telefonía móvil smartphone, debido a que el internet en esta zona, casualmente, no es barato y tener un contrato de internet en el celular tampoco, pero no diremos que no tienen acceso, porque vivimos en la región de la tecnología mundial por excelencia, pero no es un acceso real que digamos.
IS: East Palo Alto está muy cerca de una de las Universidades más importantes de Estados Unidos, Stanford, ¿Qué relación tienen sus habitantes con ella?
IE: Ninguna. No he mirado las estadísticas de cuantas personas de EPA han llegado a ir a Stanford, pero dudaría si fueran muchas. Es una universidad de élite donde la competitividad es feroz y donde un joven de EPA debería haber llevado una vida casi inmaculada, para los standards de EPA, para llegar allá, pero sí es verdad que si hay alguna persona con cualidades allá la becarían para que acabe siendo de los suyos.
Lo que sí se puede decir es la presencia de Stanford en programas sociales de la comunidad. Por ejemplo tienen una biblioteca de salud en algunos centros comuntarios de salud, colaboran en programas de seguridad alimentaria para la población de EPA, aportan cientos de voluntarios al año en programas comunitarios y están presentes en donaciones y colaboraciones con algunas asociaciones sociales del pueblo.
Todo eso esta muy bien, me gusta que lo hagan, pero a veces sientes que es como hacer solidaridad en países en vías de desarrollo pero dentro de tu propio país, ya que existen bolsas enormes de pobreza y marginalidad dentro del país que no hace falta que vayas al denominado Tercer Mundo, porque el cuarto mundo está en tu propia casa y en muchas ocasiones supera en pobreza y dureza las situaciones de marginalidad que se viven allá.
IS: ¿Qué papel juega la Bayshore Freeway en la comunicación entre las dos localidades?
IE: Supongo que te refieres al Freway 101. Es una frontera urbana entre las dos localidades. El nuevo concepto de frontera urbana es dividir clases sociales poniendo en medio autopistas y reduciendo el sistema de transporte público. El antropólogo Mike Davis lo explica muy bien en su libro Ciudades de Quarzo. Hay que verlo para creerlo, pero cambia totalmente el entorno una vez cruzas estas autopistas. Las zonas verdes, las casas, los coches, la oferta cultural y gastronómica, en definitiva su gente, latinos, afro-americanos, samoanos son los que viven en EPA, casi no hay gente de raza blanca, como comentabas. Eso además de ser una separación de clases es una segregación debido a tu etnia o grupo cultural.
IS: Encabezas un proyecto de trabajo social en East Palo Alto. ¿Como surgió y por qué? ¿Qué trabajo ha desarrollado hasta la actualidad y cómo lo ves en perspectiva?
IE: Sí, soy coordinador del área de Latinos en programas de Food System Change dentro de una asociación local llamada Collective Roots. Nosotros intentamos implementar cambios de hábitos en la alimentación de nuestros usuarios, debido a que tenemos usuarios con niveles muy altos de diabetes, hipertensión, cardiopatías y obesidad. Esto es debido a que hasta hace cinco años no había un solo lugar para comprar verdura y frutas frescas en todo EPA. Pero a su vez sí existían 7 diferentes lugares de comida rápida. Esto hacía que la población de EPA, por varias razones, se viera avocada a consumir algunas comidas en este tipo de lugares. Ahora hay un solo supermercado en todo el pueblo, al cual le costó tres años conseguir la licencia, debido a la presión de la industria del fastfood en contra de este tipo de lugares. Ahora también existe un mercado de agricultores orgánicos, una vez por semana, organizado por Collective Roots.
Poco a poco, iremos consiguiendo un mejor acceso de comida saludable para nuestra comunidad. Ese es uno de los retos que nos hemos propuesto trabajar desde aquí. (Publicado en CubAhora)

martes, 4 de septiembre de 2012

Periodistas en Miami. Se les paga o se les pega

Tomado de La Polilla
Cubana


Por Salvador Capote*
 

Las indagaciones del Comité Nacional por la Liberación de los Cinco y de los abogados de la defensa, han puesto al descubierto que varias decenas de periodistas de Miami recibían dinero, a través de Radio Martí, para crear ilegalmente una atmósfera mediática adversa a los cinco patriotas cubanos, antes, durante y después del juicio arbitrario en el que, por razones políticas, fueron éstos condenados a injustas y desmesuradas condenas. 
 El gran número de periodistas y las  altas cifras de pago puestas al descubierto reflejan sin embargo solo una ínfima parte de la realidad, pues el “Broadcasting Board of Governors”, agencia oficial de propaganda del gobierno de Estados Unidos, se niega obcecadamente y en forma que obstruye el debido proceso de los Cinco, a revelar los nombres de todos los periodistas que fueron contratados y la magnitud de los pagos recibidos, en contra de lo que establecen las leyes de este país. 
 Pero aunque todo indica que solamente ha salido a la superficie la punta del iceberg, este fragmento que ya conocemos es más que suficiente para que podamos afirmar que nunca antes en la historia judicial de Estados Unidos el espacio mediático en torno a un proceso  ha sido tan invadido y controlado por el gobierno y que nunca este espacio se ha viciado tanto con el fin de asegurar oscuros objetivos políticos. En pocos meses fueron publicados miles de artículos en la prensa escrita e innumerables comentarios en la radio y la televisión, saturados de mentiras,  manipulaciones y tergiversaciones. Y nunca fue tan abarcadora la guerra mediática contra acusado alguno. Todos los artículos, todos los comentarios de esa avalancha mediática tenían el objetivo de condenar a los Cinco. Ningún artículo, ningún comentario a favor. Sin excepciones. El juicio a los Cinco en Miami no puede calificarse de otra manera que de linchamiento mediático. El gobierno que los juzgó fue el que financió al mismo tiempo la creación de la atmósfera  necesaria para condenarlos. 
 Miami era precisamente la única ciudad de Estados Unidos donde era imposible celebrar un juicio justo. En ninguna otra, un número tan escandaloso de periodistas se hubiera plegado tan fácilmente a las intenciones del gobierno. En ninguna otra, el miedo hubiese paralizado toda posible voz disidente. Solo aquí, en Miami, la ciudad del maniqueísmo político absoluto, era posible utilizar secreta y pródigamente fondos federales para lograr una condena mediática tan coordinada, eficaz y unánime. 
 ¿Qué singularidad existe en esta margen del estrecho de la Florida  que durante tantos años sólo  ha permitido un periodismo mediocre, siempre al servicio de las peores causas? La explicación no consiste solamente en el incentivo económico  representado por los ingresos adicionales a través de Radio y TV Martí, o de agencias gubernamentales como USAID, interesadas en promover la subversión en Cuba. Ni siquiera es fenómeno reservado a motivaciones ideológicas. La respuesta hay que buscarla en el entramado social de Miami que impide un periodismo profesional, independiente. Los pocos que lo han intentado a través de una prensa o una radio alternativa han tenido y tienen todavía  que pagar un alto precio por ello.
 El periodismo en Miami no tenía los grados de libertad de las actuaciones individuales sino que, con toda seguridad, todos estos periodistas eran miembros o mantenían vínculos con alguna o algunas de las más de 200 organizaciones cubano-americanas cuyas agendas –con frecuencia de índole explícitamente terrorista- son impuestas a todo lo que se relaciona con Cuba. Su actuación  no sólo estaba determinada por el pago que recibían sino por la disciplina inherente a la militancia en estas organizaciones, algunas de las cuales, además, contrataban espacios en la radio y la televisión y poseían sus propios órganos de prensa. La condena a los Cinco tenía rango de consigna, era parte importante del credo, de las letanías anticastristas que recitaban diariamente –y todavía recitan- los comunicadores. En los medios de Miami, el mercenarismo no era excepción sino regla de vida.
 Por otra parte, al igual que en el caso del niño Elián, la amenaza de represalias paralizó toda iniciativa racional.  La demonización de los Cinco se convirtió en parte importante de la plataforma de propaganda de los congresistas cubano-americanos y de otros funcionarios y políticos del Sur de la Florida. Los que, como Janet Rino, propiciaron el regreso a Cuba del niño con su padre, tuvieron que enfrentarse a la difamación y al voto de castigo. Igualmente, salvo en los medios alternativos, ninguna voz se alzó –alzarse era suicida-  para defender a los Cinco. Años más tarde, Oscar Corral vio su prestigio personal enfangado y su carrera profesional destruida por haber sido el primero en denunciar el pago del gobierno a diez periodistas de Miami.
 Las interconexiones sociales existentes  hacían imposible el ejercicio de un periodismo mínimamente objetivo en todo lo que estuviese de algún modo relacionado con el tema cubano. Era el clásico dilema del látigo y la zanahoria. La zanahoria era el pago que recibían del gobierno, y el látigo la posible pérdida del empleo, la exclusión  y el temor a represalias aún mayores. Entraba en juego, ciertamente, el dinero que podían ganar pero, también, y en forma no menos determinante,  la posición social y el salario que podían perder. 
*Bioquímico cubano, actualmente reside en Miami. Trasmite con cierta regularidad por Radio Miami el Programa “La Opinión del Día”, que aparece poco después en laradiomiami.com. Es colaborador de Areítodigital.net; participa, con la Alianza Martiana, en la lucha contra el Bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos.

 Imagen agregada RCBáez

¿Por qué fracasan las tecnoguerras?

Manuel E. Yepe
Pese al abrumador papel desinformante que desempeñan los grandes medios corporativos de prensa a nivel global, es evidente que Estados Unidos, el principal promotor de guerras en nuestros días no ha sido
capaz de materializar exitosamente ninguna.
Esta aparente  incapacidad de Estados Unidos de "ganar" sus guerras es aún más sorprendente si se comparan los recursos materiales, tecnológicos y financieros que dedica Washington a cada una y al
conjunto de estas guerras con aquellos de que disponen sus adversarios -siempre naciones del tercer mundo.
Algunas de las razones para tal fenómeno fueron abordadas por Russia Today en un trabajo titulado "¿Las bombas caseras derrotan a las de alta tecnología (high-tech)? El fracaso de la guerra afgana se fundamenta".
La imposibilidad de que Estados Unidos "gane" la guerra en Afganistán se expresa en su incapacidad de debilitar la resistencia armada a la ocupación y los inconvenientes que siempre encuentra para apuntalar un gobierno títere adecuado, dice RT. Se lamentan los agresores de que los combatientes locales que reclutan reciben las armas que ellos les entregan simplemente para usarlas contra los invasores extranjeros- algo que los afganos han estado haciendo a lo largo de su historia. Si esto suena a narrativa familiar, es porque Estados Unidos sostuvo una guerra similar en el sudeste asiático, Laos y Vietnam, donde ocurría lo mismo.
En una entrevista que concedió en 1987, el doctor James William Gibson, autor del libro La guerra perfecta: Tecnoguerra en Vietnam, hizo en un análisis histórico de aquella guerra, que fue conducida con
mentalidad de "proceso de producción", con técnicas de dirección dirigidas a motivar a los soldados, oficiales de mando y hacedores de las políticas de conducción y dirección, dentro del declinante paradigma imperial global.
Gibson señalaba los obvios defectos de aplicar un enfoque de "proceso de producción" a una guerra. La motivación de los soldados por el cumplimiento de sus cuotas de participación les lleva a falsear números, o peor aún, a tomar vidas inocentes en un esfuerzo desesperado y disoluto por sobrevivir. Los oficiales, asimismo, toman decisiones tácticamente fatales sencillamente para satisfacer cuotas irracionales en su puja aduladora por ascender en la jerarquía militar.
Las guerras “por suma de vectores” son las que no se basan en una justa causa de defensa nacional ni están destinadas a alcanzar objetivos estratégicos concretos, sino guerras motivadas por una suma de intereses oportunistas que buscan beneficiarse de las reglas que fijan los políticos.
Eso son las guerras de Estados Unidos, desde la vietnamita hasta la afgana, nunca fueron (para EEUU) de defensa nacional. Son aventuras militares vendidas al público como "necesarias para la seguridad nacional". En realidad, todas han respondido a  cambios en las esferas geopolíticas de influencia y al deseo de la elite gobernante en Washington de dominarlas. 

(Tomado de La Isla Desconocida)