España: Mucho se está haciendo mal
Tomado de La Pupila InsomneJavier Couso
Agosto
suele ser un mes de cierre en el que parece que casi todo se para.
Lejos quedan las vacaciones escolares de la infancia con tres meses de
juegos divididos entre los pueblos y aldeas de los abuelos. Lejos, pero a
la vez muy cerca pues cada vez tenemos menos vacaciones al tener menos
trabajo.
Incluso
desde la extrema derecha populista se pide en las columnas de opinión
el fin de las vacaciones con el argumento neofeudal de que no se puede
pagar el tiempo de ocio. Es la deconstrucción liberal del discurso
desarrollista-franquista sobre el trabajo.
Este curso que se cierra
imaginariamente ha sido como un maremoto. Desde el triunfo arrollador de
la derecha neoliberal al crecimiento de la desafección ciudadana en
medio de una auténtica guerra económica contra la ciudadanía que amenaza
con convertirse en una crisis de régimen.
Hay una tendencia clara a
pensar que todo puede cambiar, motivada por la pérdida de apoyo a los
dos grandes partidos que han mantenido durante años la alternancia y que
hoy se aplican con una decisión propia de los lacayos bien pagados en
la entrega de la nación a los poderes de la moderna esclavitud
financiera.
La encuesta que ayer publicaba El País
[1] con un patético llamamiento para salvar a toda costa el régimen
bipartidista, nos muestra la tremenda ascensión del populismo
neofalangista de la anti-política. Una formación (UPyD)
que maneja los discursos vacuos emocionales, entroncando con la rabia
de la calle hacia los excesos de la mayoría de los políticos y que
identifica izquierda y derecha con PSOE y PP respectivamente. De ahí el triunfo de la consigna “ni izquierda, ni derecha”.
Este tipo de formaciones
son las que pescan en río revuelto, vestidas con ropajes progres que
esconden políticas igual de neoliberales en lo económico, gestionadas
por gobiernos de expertos, aparentemente sin ideología.
Que la izquierda suba un
poco y recoja intenciones de voto históricas no supone triunfo alguno,
es pan para hoy y hambre para mañana. En este escenario de descrédito
generalizado debería rondar valores cercanos al 20% y no sentir en la
nuca el aliento de un partido que, de la nada, crece a ritmo acelerado.
Mucho se está haciendo mal,
las propuestas no calan en la calle. Se deben cambiar formas y
discursos, actitudes y acomodos, lejanías y conservadurismos.
Hay una grieta por la que
se va la aceptación del régimen, si ese vacío no lo llena la izquierda,
lo hará el peligroso populismo.
La Historia es de la audacia. Si estorbas, te pasa por el lado
[1]: Encuesta
PD: En agosto me tomo un respiro. Nos reencontramos en septiembre.
Mutatis mutandis, el papel que está desempeñando UPyD en España es el mismo que desempeña Amanecer Dorado en Grecia (sin violencia, eso es cierto). Me pregunto si no está recibiendo dinero a raudales de patronos inquietos por el descontento social creciente (como Amanecer Dorado, sin ir más lejos).
ResponderEliminarDicho esto, para empezar a hacer las cosas mejor, se podría empezar, por ejemplo, por Andalucía: que IU rompa la coalición gobernante, que el "techo de gasto" lo gestionen PP y PSOE, y que IU contribuya a organizar la resistencia.