Penoso: EE.UU. veta a viajeros desde España hacia Cuba, México y Canadá
Hernando
Calvo Ospina, periodista colombiano de 51 años, colaborador de Le Monde
Diplomatique y residente desde hace 25 en París, se quedó el pasado 6
de mayo en tierra, en el aeropuerto de Madrid-Barajas, porque un
funcionario de la Embajada estadounidense le impidió embarcar a un
tercer país: Cuba. Un vuelo directo a La Habana que no hacía escala en
Estados Unidos. Él lo cuenta así: “Me pidió mi pasaporte y me dijo que
no podía subir al avión porque la ruta sobrevolaba durante unos minutos
el espacio aéreo estadounidense y yo estaba en una lista de personas que
pueden atentar contra EE UU. Yo había hecho ese mismo vuelo el octubre
anterior y no me había pasado nada”.
EE UU y la Comisión Europea firmaron el pasado diciembre un acuerdo
-aprobado en abril por el Parlamento Europeo- que obliga a las compañías
aéreas europeas a suministrar al Departamento de Seguridad del
Territorio Nacional estadounidense datos de pasajeros, pero solo de
vuelos con origen o destino en EE UU. El acuerdo, conocido como PNR (de
registro de datos de pasajeros) no sería aplicable, por tanto, a este
caso. ¿Qué ocurre entonces? Las autoridades norteamericanas exigen
unilateralmente desde marzo a todas las aerolíneas europeas, a través
del programa Secure flight overflight, que envíen antes del despegue el
nombre, la fecha de nacimiento y el sexo de los pasajeros de aviones que
sobrevuelen el espacio de Estados Unidos.
Las razones que alega EE UU son de seguridad: la posibilidad de que
uno de los viajeros secuestre el avión y cambie la ruta. Por eso, los
que están en su lista de indeseables no vuelan aunque no vayan a pisar
suelo estadounidense. Las líneas aéreas están obligadas a meter en el
sistema informático correspondiente los datos de los usuarios de estas
rutas (si no lo hacen, no pueden volar), y Washington bloquea
directamente la emisión de tarjetas de embarque de los que aparecen en
sus listas.
Cuando esto sucede, la aerolínea no puede hacer nada más que llamar a
los funcionarios estadounidenses, a los que se permite operar en
aeropuertos españoles en virtud de un acuerdo firmado en 2009 entre EE
UU y el Ministerio del Interior. Los norteamericanos pueden interrogar
al pasajero y son quienes deciden si finalmente puede volar. Además, al
tener Washington en su poder desde marzo los datos de viajeros a
terceros países, puede conocer, por ejemplo, cuántas veces ha viajado
una persona a La Habana y con quién.
¿A cuánta gente afecta esta política estadounidense? En España, a
miles de pasajeros con tres destinos: Cuba, México y Canadá. Implica a
dos compañías españolas (Air Europa e Iberia) y a dos aerolíneas
extranjeras que operan vuelos desde España (Aeroméxico, y Air Transat).
Cuando se compran billetes a Toronto, Montreal, México D. F. o La
Habana, lo último que puede imaginar el pasajero es que sus datos van a
ser cedidos a EE UU. A pesar de ello, ninguna de las cuatro compañías
informa debidamente. Iberia -con varios vuelos semanales a Cuba y a
México-, Air Europa -con seis o siete vuelos semanales a La Habana- y
Aeroméxico no lo hacen. Las dos primeras aseguraron a EL PAÍS que van a
empezar a hacerlo en breve. Air Transat es la única que avisa, pero en
la pestaña de información para viajeros de su web, no en el momento de
comprar el billete.
“La falta de información supone una vulneración evidente de la ley de
protección de datos y el usuario podría reclamar”, señala Rubén
Sánchez, de la asociación de consumidores Facua. “La cesión de datos
debe ser comunicada. Todo el asunto es un exceso y una medida
desproporcionada de EE UU”. La Organización de Consumidores y Usuarios
(OCU) coincide en que los pasajeros tienen derecho a conocer que sus
datos van a ser entregados a otro país.
IU registró en el Congreso en mayo una pregunta al Gobierno sobre
este asunto. El Ejecutivo respondió que esas actuaciones “se amparan” en
el acuerdo entre EE UU y la UE aprobado en abril. Pero dicho pacto no
hace alusión al sobrevuelo del espacio aéreo. Su artículo segundo lo
deja claro: el acuerdo se aplicará “a compañías que operen vuelos de
pasajeros entre la UE y los EE UU” y a “compañías que incorporen o
almacenen datos en la UE y que operen vuelos de pasajeros con origen o
destino en EE UU”. Un portavoz de la Comisión Europea confirma que los
sobrevuelos no están incluidos en el acuerdo, informa Luis Doncel.
La Agencia Española de Protección de Datos dice estar “muy
preocupada” por esta situación. “¿En qué norma europea se basa una
compañía española para ceder estos datos? ¿Cuáles son las garantías en
cuanto al tratamiento de estos datos? No hay marco legal europeo que
ampare esta práctica”, advierte un portavoz de su área internacional.
La agencia ha tratado la cuestión con sus homólogas de otros países
de la UE. “Hemos transmitido la información a la Comisión Europea. Ahora
son ellos los que deben actuar. Es una situación atípica. Además, pone
en una situación complicada a las compañías aéreas. Hacen todos los
esfuerzos para cumplir con EE UU, porque si no lo hacen no vuelan, pero
pueden entrar en conflicto con la legislación de protección de datos”.
Desde la Comisión Europea no se respondió a EL PAÍS sobre si va a
adoptar alguna medida.
Las propias compañías parecen tener dudas de cuándo deben comunicar
los datos. Iberia asegura que solo los facilita en sus vuelos a México,
pero no en el Madrid-La Habana porque esta ruta no está incluida en la
lista de trayectos afectados que les envió EE UU. Air Europa dice lo
opuesto: que ese vuelo sí está incluido, que está obligada a entregar
los datos so pena de cuantiosas multas.
Hernando Calvo no pudo coger un vuelo que ya había pagado y que le
había costado 744 euros. Así que reclamó a Air Europa que le reembolsara
esa cantidad. La aerolínea le respondió que no se hacía cargo “porque
es obligación de todos los pasajeros llevar consigo la documentación
necesaria y tenerla a disposición de las autoridades”. Calvo la llevaba:
su pasaporte estaba en regla y no necesitaba nada más para volar a
Cuba.
(Con información de El País)
No hay comentarios:
Publicar un comentario