jueves, 28 de junio de 2012

Los traficantes de Internet (+ infografía)

(Tomado de La Pupila Insomne)
Leidys García Chico

Segmentación del tráfico de Internet según Incapsula.com.

Recientemente se hicieron públicos los datos del último estudio de la compañía Incapsula, dedicada a potenciar el tráfico de la red mundial a través de servidores de alta potencia. Con millares de páginas Web haciendo uso de sus servicios la compañía ha podido diagnosticar tendencias muy singulares en el tráfico de Internet.
Cualquiera de nosotros creería que tales informes deben dar cuenta del aumento de internautas conectados a través de dispositivos móviles, el crecimiento de Asia como principal región en el uso de Internet –más de 1000 millones de usuarios que representan el 44,8% según Internet World Stats- o la mayor penetración de esta tecnología en América del Norte.
Sin embargo, Incapsula ha demostrado sorpresivamente que la Web es dominada en un 51% por aplicaciones, la mayoría de ellas utilizadas con fines dudosos.
“De ese tráfico autómata, el 20% procede de los motores de búsqueda, pero el 31% restante ya es malicioso, aunque sólo un 2% es debido al spam o correo basura; los más importantes (19%) son espías, o sea cookies, que recolectan datos”, aseguró el blog de la citada empresa.
Ciertamente la recolección de datos es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan millones de usuarios de Internet a nivel mundial. Unos con mayor nivel de conocimiento o, al menos, inquietudes; y otros que colocan sus historias de vida tras password realmente sencillos y comparten con todos lo que quizás solo deberían ver y saber unos pocos.
Al abrir cuentas y perfiles en diversas redes sociales o navegar a través de Google estamos expuestos a un control subliminal que guarda nuestros itinerarios y personaliza los resultados que proveerá en la siguiente ocasión.
Fuera de Cuba el conflicto es mayor, pues los internautas se encuentran expuestos al mercado publicitario que cada día intenta rentabilizar aún más su presencia digital.
Los datos de una visita cualquiera a una página cualquiera se envían a compañías diferentes, incluyendo filiales de Microsoft y Google, registradoras de tráfico y otras pequeñas firmas publicitarias. Casi instantáneamente, la visita queda registrada y el archivo online de cada usuario se amplía, para luego ser extraído y comercializado.
Según Alexis Madrigal, periodista de The Atlantic “no hay nada necesariamente siniestro en este intercambio de datos subterráneo: después de todo, este es el ecosistema publicitario que permite el contenido libre en Internet. Todos estos datos les permiten a los avisadores afinar sus avisos y medir cuán bien están resultando las cosas. Cada movida que usted hace en Internet es valiosa para alguien, y un conjunto de empresas querrá asegurarse de que ningún paso por su travesía en Internet no sea monetizado”.
Aunque también señala lo peligroso de tal situación ya que la autorregulación de la industria no resulta suficiente para impedir que cada clic quede registrado. En su opinión “el único derecho que los avisadores están dispuestos a ceder es la capacidad de no colocar avisos basados en las historias de los usuarios en la red”.
En el caso particular de Google, la combinación de acciones e historial en el buscador, Gmail, YouTube, Google+ o Picasa, le permite al sistema reconocer a cada usuario, aprender del modo en que usa las aplicaciones y utilizar la información recopilada para proveer resultados de búsqueda personalizados y publicidad selectiva.
Además, en su nueva política de privacidad expresa que puede compartir información personal con compañías, organizaciones o personas fuera de Google si tiene “una buena razón debido a temas legales, regulaciones o requerimientos gubernamentales que justifiquen el acceso, uso, preservación o difusión de la información”.
Este último planteamiento es capaz de agrupar variadas circunstancias que en un escenario complejo podrían ser seriamente malinterpretadas o manipuladas.
Por tanto, la protección de nuestros datos digitales, del rastro de vida que dejamos frecuentemente en la Web debe constituir una prioridad. La rentabilidad de las empresas de Internet no puede estar ligada directamente a la construcción de identidades colectivas mediante un proceso de rastreo de nuestras acciones online que conlleve a la violación de principios como la seguridad de la información personal.

Conjunto de aplicaciones mediante las que Google recopila datos personales.

(Publicado en CubAhora)

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