Los traficantes de Internet (+ infografía)
(Tomado de La Pupila Insomne)Leidys García Chico
Recientemente se hicieron públicos los datos del
último estudio de la compañía Incapsula, dedicada a potenciar el tráfico
de la red mundial a través de servidores de alta potencia. Con millares
de páginas Web haciendo uso de sus servicios la compañía ha podido diagnosticar tendencias muy singulares en el tráfico de Internet.
Cualquiera
de nosotros creería que tales informes deben dar cuenta del aumento de
internautas conectados a través de dispositivos móviles, el crecimiento
de Asia como principal región en el uso de Internet –más de 1000
millones de usuarios que representan el 44,8% según Internet World
Stats- o la mayor penetración de esta tecnología en América del Norte.
Sin embargo, Incapsula ha demostrado
sorpresivamente que la Web es dominada en un 51% por aplicaciones, la
mayoría de ellas utilizadas con fines dudosos.
“De ese tráfico autómata, el 20% procede
de los motores de búsqueda, pero el 31% restante ya es malicioso, aunque
sólo un 2% es debido al spam o correo basura; los más importantes (19%)
son espías, o sea cookies, que recolectan datos”, aseguró el blog de la
citada empresa.
Ciertamente la recolección de datos es
uno de los mayores problemas a los que se enfrentan millones de usuarios
de Internet a nivel mundial. Unos con mayor nivel de conocimiento o, al
menos, inquietudes; y otros que colocan sus historias de vida tras
password realmente sencillos y comparten con todos lo que quizás solo
deberían ver y saber unos pocos.
Al abrir cuentas y perfiles en diversas
redes sociales o navegar a través de Google estamos expuestos a un
control subliminal que guarda nuestros itinerarios y personaliza los
resultados que proveerá en la siguiente ocasión.
Fuera de Cuba el conflicto es mayor, pues
los internautas se encuentran expuestos al mercado publicitario que
cada día intenta rentabilizar aún más su presencia digital.
Los datos de una visita cualquiera a una
página cualquiera se envían a compañías diferentes, incluyendo filiales
de Microsoft y Google, registradoras de tráfico y otras pequeñas firmas
publicitarias. Casi instantáneamente, la visita queda registrada y el
archivo online de cada usuario se amplía, para luego ser extraído y
comercializado.
Según Alexis Madrigal, periodista de The
Atlantic “no hay nada necesariamente siniestro en este intercambio de
datos subterráneo: después de todo, este es el ecosistema publicitario
que permite el contenido libre en Internet. Todos estos datos les
permiten a los avisadores afinar sus avisos y medir cuán bien están
resultando las cosas. Cada movida que usted hace en Internet es valiosa
para alguien, y un conjunto de empresas querrá asegurarse de que ningún
paso por su travesía en Internet no sea monetizado”.
Aunque también señala lo peligroso de tal
situación ya que la autorregulación de la industria no resulta
suficiente para impedir que cada clic quede registrado. En su opinión
“el único derecho que los avisadores están dispuestos a ceder es la
capacidad de no colocar avisos basados en las historias de los usuarios
en la red”.
En el caso particular de Google, la combinación de acciones e historial en el buscador, Gmail, YouTube,
Google+ o Picasa, le permite al sistema reconocer a cada usuario,
aprender del modo en que usa las aplicaciones y utilizar la información
recopilada para proveer resultados de búsqueda personalizados y
publicidad selectiva.
Además, en su nueva política de
privacidad expresa que puede compartir información personal con
compañías, organizaciones o personas fuera de Google si tiene “una buena
razón debido a temas legales, regulaciones o requerimientos
gubernamentales que justifiquen el acceso, uso, preservación o difusión
de la información”.
Este último planteamiento es capaz de
agrupar variadas circunstancias que en un escenario complejo podrían ser
seriamente malinterpretadas o manipuladas.
Por tanto, la protección de nuestros
datos digitales, del rastro de vida que dejamos frecuentemente en la Web
debe constituir una prioridad. La rentabilidad de las empresas de
Internet no puede estar ligada directamente a la construcción de
identidades colectivas mediante un proceso de rastreo de nuestras
acciones online que conlleve a la violación de principios como la
seguridad de la información personal.
Conjunto de aplicaciones mediante las que Google recopila datos personales.
(Publicado en CubAhora)
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