Los hijos de la Gran… Bretaña
Por Pedro Pablo Gómez
Desde hace varios meses he prestado
atención al desenvolvimiento en Gran Bretaña, de los escándalos
destapados alrededor del magnate Rupert Murdoch
y sus vínculos con las más altas autoridades del gobierno británico, en
sus negocios dentro de las esferas políticas y de los grandes medios de
comunicación a escala mundial. Todo silenciado cómplicemente en
Estados Unidos de América, donde posee propiedades similares a las
inglesas.
En sus
inicios se desató la denuncia de los hechos comprobados en la
utilización de métodos ilegales de escuchas y sobornos, para lograr la
publicación de informaciones exclusivas en el semanario News of the World, cerrado y despedida su directora Rebeka Brooks. Posteriormente, explotó también semejantes procedimientos en el diario de la cadena de Murdoch The Sun
donde varios de los principales dirigentes se confirmaron involucrados
en las prácticas ilegales, las cuales implican métodos de corrupción y
pagos a funcionarios públicos y a miembros de los organismos de
defensa.
Decenas de personas han sido convocadas
por los jueces ingleses, para tratar de delimitar el alcance de las
acciones desarrollados por el equipo de Murdoch y familia; incluso su
hijo James Murdoch, encargado de los negocios de su corporación en
Inglaterra, tuvo que ser destituido de su cargo convocado al igual que
su padre a comparecer ante el juez encargado de la causa. Pero no se
sorprendan, padre e hijo declararon no conocer lo que hacían sus
ejecutivos en este sentido; con independencia del monto de
responsabilidades y gastos económicos que se derivan de estos
procedimientos. La justicia, bien gracias.
La relación del imperio de Murdoch con el
gobierno de su majestad la Reina se ve concretad a través de la
relación con el Primer Ministro David Cameron, en que uno de sus
asesores personales se vio involucrado en estas prácticas y en la
actualidad se conoció por correos electrónicos descubiertos el posible
compromiso del ministro de cultura Jeremy Hunt con el responsable de
Relaciones Publicas del grupo de Murdoch, Frederic Michel, en
proporcionar informaciones internas del gobierno, para que a este grupo
corporativo le fuera aprobada la concesión de venta del total de las
acciones de la cadena satelital BSkyB, de la cual el consorcio
ya posee el 39% de la acciones. En esta operación el asesor personal del
Ministro Hunt, Adam Smith está señalado de ser el intermediario con
Michel en los trasiegos informativos. El Primer Ministro británico ha
mantenido al Ministro de Cultura en su cargo; mientras que el clan
Murdoch observa los procesos tranquilo y sin preocupaciones.
Mientras tanto en los Estados Unidos se mantiene total silencio por el FBI.
Sobre la supuesta investigación que iban a realizar para conocer de
este tipo de práctica del consorcio informativo de los Murdoch, que
comprende desde la cadena Fox, hasta el Wall Street Journal
y múltiples medios de comunicación de todo tipo. Las publicaciones en
Estados Unidos, no dan destaque al escándalo en desarrollo en su aliado
británico; sino que lo sacan colgado en páginas interiores y como hechos
aislados.
Quién en el sistema capitalista,
comprometido con los bancos y los Murdoch, soportes de los planes más
agresivos de los sectores de ultraderecha norteamericanos e ingleses se
atreverá a chocar con la realidades evidentes expuestas. No creemos y
estamos seguros de que la guerra verbal y despido aparente de las
víctimas apropiadas pasarán; mientras los verdaderos culpables
continuaron siendo puntales de la sociedad que representan y asistirán a
los eventos sociales más importantes del mundo político occidental, con
la sonrisa en los labios y el abrazo cómplice.
Queda poco que ver en el planeta que habitamos de estos hijos de la Gran….Bretaña
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